Investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio (UT Health San Antonio) han resuelto un misterio que ya duraba 100 años, sobre qué activa los iones de magnesio en la célula. Se espera que el descubrimiento sea un trampolín para el desarrollo futuro de nuevos medicamentos para tratar enfermedades cardiovasculares, trastornos metabólicos como la diabetes y otras enfermedades.
En un informe publicado ayer jueves en Cell, científicos de la Facultad de Medicina Joe R. y Teresa Lozano Long de UT Health San Antonio, aseguran que el activador de magnesio es un metabolito llamado lactato, que se eleva en la sangre durante el ejercicio intenso y en muchos casos de enfermedades, incluidas las cardíacas, diabetes, sepsis y cáncer.
«El lactato es una señal que, como un interruptor de luz, enciende los iones de magnesio«, afirma el autor principal, el doctor en Medicina Madesh Muniswamy, profesor de cardiología en la Long School of Medicine. «A la señal del lactato, los iones salen rápidamente de los depósitos celulares del retículo endoplásmico«.
El magnesio está implicado y se utiliza como tratamiento para una variedad de enfermedades, incluidas migrañas, enfermedades cardiovasculares, diabetes y preeclampsia
El equipo hizo un segundo descubrimiento: una proteína llamada Mrs2 transporta los iones de magnesio liberados a las centrales eléctricas celulares, conocidas como mitocondrias. Estas plantas de energía generan ATP, que es la moneda energética que alimenta todos los procesos del cuerpo.
«Creemos que este circuito es esencial para la salud«, comenta el coautor del estudio y también doctor en Medicina W. Brian Reeves, presidente del Departamento de Medicina de UT Health San Antonio. «Si hay algún problema con la ruta del magnesio, se producen deficiencias, como la función mitocondrial disminuida y la producción de energía deficiente observada en la diabetes tipo 2 o infecciones graves«.
El IP3, el activador de los iones de calcio, fue descubierto en 1984. Desde entonces, el campo de calcio ha crecido de manera monumental, mientras que el del magnesio sigue siendo un acertijo, apunta el coautor y doctor en Medicina Karthik Ramachandran, becario postdoctoral en el laboratorio de Muniswamy.
El coautor Travis Madaris, un estudiante de posgrado del equipo de investigación, comenta que «como estudiante en el laboratorio, este descubrimiento es emocionante porque establece un camino para múltiples publicaciones mientras estoy en este laboratorio, y lo más importante, puede conducir a muchos descubrimientos futuros para mejorar la salud humana«. Madaris cuenta con el apoyo de una beca de formación en investigación predoctoral otorgada por los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU.
Como resumen, el Dr. Muniswamy concluye que «el magnesio es esencial para la vida. Está en nuestra sangre. Está implicado y se utiliza como tratamiento para una variedad de enfermedades, incluidas migrañas, enfermedades cardiovasculares, diabetes y preeclampsia. Pero para tomar el siguiente paso adelante, necesitábamos comprender la dinámica del magnesio en nuestros cuerpos. Con este hallazgo, creemos que hemos establecido uno de los pilares de apoyo que el mundo científico necesitaba para ello«.
Fuente: Cell.