Entre las novedades de julio de Norma Editorial llegaba “Un mundo maravilloso”, de Inio Asano. El mangaka de “Solanin” y “Buenas noches, Punpun” regresaba así a nuestro país con una de sus primeras obras. Escrito originalmente en 2002 y recopilado más tarde en dos tomos (aunque a nosotros nos llega en un volumen único, decisión muy acertada por parte de Norma), “Un mundo maravilloso” reúne un buen puñado de historias independientes y al mismo tiempo conectadas. A través de los ojos de sus protagonistas, casi todos jóvenes o jóvenes adultos, Asano hace un retrato realista, crudo y al mismo tiempo esperanzador del Japón del siglo XXI.
Este manga es un slice of life en todos los sentidos. Cada relato narra un fragmento de vida que bien podría estar escogido al azar, en el que la mayoría de los personajes afrontan una crisis existencial o han llegado a un punto muerto, y tendrán que tomar decisiones que los lleven a hallar la felicidad (o no). Y es que en este mundo creado por Asano y a la vez retrato de la realidad coexisten el horror con la maravilla, la desesperación con la esperanza, lo ridículo con lo sublime.
A través de las vivencias de unos personajes anónimos (tanto que a veces no tienen ni nombre), el mangaka plantea toda una serie de mensajes y temas como el suicidio, el bullying, el futuro laboral, crisis sentimentales y familiares, la frustración ante la vida, y un largo etc.
Problemas y situaciones tan cotidianos que resulta fácil empatizar con el extenso elenco del manga. Y es que Asano se centra mucho en la psicología de sus personajes, sus reacciones y sentimientos. Así, en tan solo unas pocas páginas el lector es capaz de comprender a dicho individuo con mayor claridad que en un manga de doce tomos.
Sus protagonistas poco o nada tienen que ver entre sí más allá de vivir en la misma ciudad, por lo que el hilo conductor es otro: la búsqueda o el hallazgo de algo precioso en un mundo en apariencia cruel y desesperanzador.
Tampoco es que esta sea la única conexión entre las historias. A medida que se avanza en la lectura, Asano va introduciendo ciertos elementos sobrenaturales que hilan de manera sutil todos los fragmentos, convirtiéndolos en una obra completa, casi un estudio de la sociedad nipona y sus principales problemas. Nos encontramos, pues, ante un manga que podría encajarse dentro del realismo mágico.
Dibujo crudo y real
El estilo de Inio Asano tiende al realismo, con líneas finas y personajes poco o nada estilizados, que encajan a la perfección con el mensaje que quiere transmitir este tomo. El contraste entre las técnicas de dibujo a mano que utiliza para los personajes con las digitales de los fondos resalta todavía más la humanidad de un elenco muy bien desarrollado a nivel psicológico.
“Un mundo maravilloso” introduce a su vez bastantes diálogos, con viñetas más bien pequeñas o medianas, que hacen que las escasas imágenes a página completa impacten con más fuerza.
No es un manga para todos los gustos
“Un mundo maravilloso” se trata de un seinen que busca no solo narrar la realidad del autor, sino también invitarnos a reflexionar sobre temas diversos desde una perspectiva bastante opaca. No todos los personajes encuentran lo que buscan ni quedan satisfechos con sus vidas, en su mayor parte mediocres. Pero hasta en los escenarios más oscuros hay puntos de luz, e Inio Asano también nos los muestra: esos pequeños instantes que hacen que todo merezca la pena.
Este no es un manga que vaya a gustar a todo tipo de lector. Si quieres una lectura ligera y amable, este tomo no es para ti, pues va a dejarte un sabor agridulce en los labios y hacerte replantear qué tan maravilloso puede ser el mundo.