Bueno, a lo que íbamos, “Una corte de rosas y espinas” era una novela de las más esperadas, no solo por su argumento, sino porque todos los que ya hemos leído “Trono de Cristal” esperábamos que fuera una lectura igual o más adictiva. Además ¿un retelling de "La Bella y La Bestia"? ¡Compro!
¿Por qué decidí leer este libro? Es verdad que “Trono de Cristal” no es una lectura que vaya mucho conmigo, pero también es cierto que es adictiva, no puedes parar de leer, es decir, es un guilty pleasure en toda regla. Una tan adictiva, que si es necesario me leo los libros que aún quedan por publicar en España en inglés. Así que, ¿cómo no iba a hacerme con este libro?
“Una corte de rosas y espinas” es el inicio de una trilogía y tiene como contexto un mundo dominado por seres fantásticos con magia, donde los humanos viven recluidos en un pequeño trozo de península (comparado con el resto de su mundo, no es ni una quinta parte de lo que podrían ocupar). La protagonista de la historia es Feyre, una humana que se ha visto obligada a dedicar su vida a mantener a su familia. Hace años la suya era una de las más ricas e importantes, pero por cosas del destino, su padre lo perdió todo y ahora Feyre es la cabeza de familia, la encargada de la supervivencia de sus dos hermanas mayores y su padre.
Pero todo cambia cuando llega el invierno y Feyre no consigue comida para ellos. Se ve entre la espada y la pared y para conseguir cazar algo de comida, debe matar a un enorme lobo, corriendo el riesgo de que sea uno de esos seres mágicos y que su ataque signifique su sentencia de muerte. Cuando realizó ese disparo no pensó que lo que en realidad pasaría sería que se vería obligada a convertirse en prisionera de uno de estos seres mágicos: Tamlin.
De esta forma y para proteger a su familia, Feyre accede a irse a vivir al lugar mágico de los faes y convivir con Tamlin y su compañero Lucien. Allí ella empezará a descubrir los secretos de la magia y un misterio aún más grande que pondrá en peligro su vida y la vida de la persona por la que está empezando a sentir algo: su “secuestrador”.
Magia, un secuestro, amor… ¿os recuerda a algo? Pues sí es un retelling en toda regla de "La Bella y La Bestia" y tiene más cosas en común de lo que parece, más allá del síndrome de Estocolmo por enamorase de su captor. Tenemos la escena del ataque de los lobos en que la Bestia salva a Bella (cambiando lobos por seres mágicos), un baile que marcará un antes y un después en la historia y lo más importante, una biblioteca (bueno, vale… es un estudio de pintura, porque Feyre no sabe leer y le encanta pintar).
La lectura de “Una corte de rosas y espinas” es adictiva, aunque a mi parecer en la parte final, va perdiendo fuelle. Eso sí, con un final algo abierto que promete una segunda parte muy distinta a esta historia. Aun así es una lectura ligera, fresca y adictiva con un poco de aventuras, amor, sexo, suspense y fantasía. Un libro que ofrece lo que promete y que no defraudará y que se convertirá en uno de los mejores libros juveniles de este año.
Sarah J. Maas conquistó a miles de lectores en todo el mundo cuando solo tenía 16 años y desde ese momento no ha parado de escribir y convertir sus libros en bestsellers. Después del éxito internacional (menos en España) de la saga Trono de Cristal, Sarah J. Maas vuelve con una trilogía que mezcla fantasía, acción y romance.
Puedes leer aquí el primer capítulo.
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