Fueron unos excelentes navegantes, famosos por sus pillajes y su sed de sangre, quizá aumentada por el romanticismo del cine hollywoodiense y las nuevas series que ahondan, quizá más verídicamente, pero sin duda, poco parecido a la realidad, en una sociedad que incluía a todos los pueblos escandinavos desde finales del Imperio romano hasta bien entrada la Edad Media en Europa. Los vikingos siempre han causado fascinación en los europeos y cualquier hallazgo relativo a esta época convulsa y a este pueblo, interesa, por pequeño que sea.

Einar Ambakk se encontraba cazando ciervos en Lesja, a 275 kilómetros al norte de Oslo cuando, de entre las piedras de la montaña, vio aparecer una hoja de metal. Ambakk, al darse cuenta del hallazgo, lo comunicó a Lars Pilø, arqueólogo del Oppland County Council, quien ha datado la espada en torno al 850-950 de nuestra era.

Lars Pilø considera el hallazgo como increíble y apunta que la espada se conservó en el permafrost en su posición original, puesto que no tiene marcas de rozamiento con las piedras circundantes. Los expertos opinan que pudo ser de algún guerrero solitario que murió en esta zona desolada, a 1640 metros sobre el nivel del mar, probablemente de frío.

La conservación de la espada es excelente, está realizada en hierro y ha aparecido sola. En investigaciones que se han realizado desde el hallazgo en la zona, no se han encontrado restos humanos ni otros materiales, a pesar de que se ha llegado a utilizar un detector de metales y cubierto un terreno de 20 metros a la redonda.

Entre 850 y 950, los vikingos se enfrentaron a Carlomagno, saquearon París, llegaron a Estanglia, capturaron York e instauraron el reino de Jorvik, fundaron un campamento que sería la futura Dublín, intentaron atacar Constantinopla desde Kiev, saquearon Pamplona desde el Ebro y Tuy, y llegaron a Palestina a través del estrecho de Gibraltar. Más tarde explorarían Islandia y Groenlandia y llegarían hasta Terranova, asentando aún más la leyenda que, poco a poco y con los nuevos datos arqueológicos, se acrecenta.

Fuente: Metro.co.ok.

Alejandro Serrano
Cofundador de Fantasymundo, director de las secciones de Libros y Ciencia. Lector incansable de ficción y ensayo, escribo con afán divulgador sobre temáticas relacionadas con el entretenimiento y la cultura cercanas a mis intereses.

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