Porque lo importante aquí es recordar esta historia que, publicada por primera vez en Japón en 1998, no ha envejecido ni un poquito, y sigue conservando el título de manga más creepy y mal rollero que he tenido el “placer” de leer.
“Uzumaki” nos traslada a Kurouzu, un pequeño pueblo costero de Japón cuya paz se ve rota por una serie de sucesos extraños que tienen un patrón común. Y es que según Suichi Saito, el novio de Kirie Goshima, su hogar está maldito por la espiral (uzumaki en japonés), el secreto hipnótico que da forma al mundo.
Pasando de la incredulidad al horror, y de este a la desesperada lucha por la supervivencia, ambos jóvenes y sus familias descenderán en un remolino de locura hacia lo más profundo y oscuro del ser humano.
La capacidad de Junji Ito para construir una trama tan oscura en torno a algo tan inofensivo como la forma de la espiral es más que admirable. El mangaka retuerce la cotidianeidad en originales mini historias que sorprenden y ponen los pelos de punta, y que tienen a los dos jóvenes protagonistas (además del pueblo de Kurouzu) como nexo de unión. Una continuidad que permite al autor explotar todo su potencial, (algo opacado en sus obras menos extensas, debido simplemente a razones de espacio físico). La atmósfera de inquietud, misterio y horror que envuelve la historia te atrapa cada vez con más saña según vas descubriendo nuevos terrores que son viejos conocidos.
Porque, aunque todo en él parezca indicar lo contrario, “Uzumaki” no va de espirales. La espiral en esta historia es solo un medio que el autor utiliza para explorar los rincones más oscuros de la personalidad humana, donde se funden la locura y la obsesión, donde no hay lugar para el raciocinio ni para el civismo. Y es aquí donde reside la maestría de Ito.
En esa locura de la que todo “Uzumaki” está imbuida y que va in crescendo hasta los últimos y desquiciados capítulos, donde la tensión narrativa explota en un final que recuerda sin duda a los mejores relatos lovecraftianos. Y es que Ito no llega a explicar del todo el origen de la maldición, apelando así al terror primigenio que produce lo desconocido.
Cierto es que no todos los capítulos rebosan la misma genialidad, y a mi entender la última parte del manga (la que correspondería al tercer tomo japonés) pierde un poco de fuelle en cuanto al terror se refiere, inclinándose más hacia el caos hasta el mismo final de la historia, donde el mangaka te pega un bofetón de sorprendente y horrorosa belleza.
Pero no se puede hablar de Junji Ito sin hacer mención a su dibujo, donde el contraste, las luces, las sombras y la locura de sus expresiones hacen jirones la realidad para crear pesadillas en dos dimensiones. De esas que no abandonan al lector una vez finalizado el tomo. Un estilo único y muy característico que no te dejará indiferente.
Poco más puedo añadir sobre “Uzumaki”. Estamos, en definitiva, ante la obra cumbre de un maestro del horror como es Ito. Y ante una de las historias de referencia dentro no solo del manga de terror, sino del género en cualquier formato. Una lectura que debería ser obligada para quienes disfrutan del miedo, y que seguro perdurará en tu mente y en tus sueños al menos otros veinte años más.
En cuanto a la edición integral de lujo que Planeta Cómic nos presenta, nos encontramos ante un tomo de 656 páginas en tapa dura sin sobrecubierta. Una reedición que ya hacía buena falta dada la dificultad de encontrar los seis tomos que componían la de 2004.
“Uzumaki” integral presenta una mejora de calidad bastante notable con respecto a la antigua edición, sobre todo en lo que al entramado y al acabado general se refiere. Además, respeta el sentido de lectura oriental que en la primera se había occidentalizado espejando las imágenes. Aunque la traducción no se ha tocado, sí que se ha optado por respetar las onomatopeyas originales en japonés, que son mucho más expresivas a nivel gráfico que las genéricas utilizadas en Occidente.
Esta nueva edición incluye asimismo 12 páginas a todo color que venían en blanco y negro en la anterior, además de dos impresionantes ilustraciones a doble página al principio y al final del tomo.
¿Vale la pena comprarlo, entonces? Si no has leído “Uzumaki” (o lo has hecho pero no lo tienes) ya estás tardando en correr a la tienda más cercana a por tu ejemplar. No te arrepentirás.
Si ya tienes los volúmenes antiguos, la decisión queda en tus manos. En lo personal echo en falta algún extra más que marque la diferencia con la primera edición. Pero…¡qué diablos!, el tomo integral es precioso, está muy cuidado y se vende solo (de hecho se agotó en el pasado Salón del Manga). Así que si tienes alma de coleccionista y dinero en la cartera aléjate de él, porque la espiral te va a absorber el cerebro hasta que te hagas con todas las copias de tu ciudad y llenes con ellas cada estantería de tu casa. Avisado quedas.
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[…] repugnante, no apto para los más aprensivos y que recuerda a uno de los mejores capítulos de “Uzumaki”. El grafismo de Ito te explota en la cara para recordarte por qué se ha ganado el título de […]
[…] y con algunos que te hacían preguntarte: ¿de verdad Ito ha escrito esto? ¿El mismo Ito de “Uzumaki”? Pues en el volumen que nos ocupa, la mayoría de las historias pertenecen a este último […]