La inhibición de una proteína en la superficie de las células inmunitarias podría ofrecer nuevas estrategias para tratar el asma grave, según descubrieron investigadores de la Clínica Cleveland.
Los investigadores descubrieron una nueva forma en que una proteína llamada MCEMP1 contribuye a la inflamación grave en las vías respiratorias y los pulmones. El descubrimiento, publicado en Nature Communications, proporciona información clave para desarrollar intervenciones terapéuticas con el fin de tratar afecciones pulmonares a largo plazo, incluido el asma, a nivel biológico.
Cuando se eliminó la expresión de MCEMP1 en la superficie de los mastocitos, los investigadores observaron una reducción de la inflamación de las vías respiratorias y del daño pulmonar por el asma
El estudio se realizó en un laboratorio dirigido por el doctor en medicina Jae Jung, presidente del Departamento de Biología del Cáncer, director del programa de Biología de Infecciones y director del Centro Global Sheikha Fatima bint Mubarak para la Investigación de Patógenos y Salud Humana.
El asma grave es causado por la inflamación de las vías respiratorias en respuesta a un factor desencadenante, como los alérgenos o la contaminación del aire. La inflamación hace que las vías respiratorias se hinchen y se vuelvan más estrechas y rígidas, lo que dificulta la respiración. El asma afecta actualmente a unos 300 millones de personas en todo el mundo.
La inflamación es parte de la respuesta inmunitaria innata, o el proceso que utiliza el cuerpo para convocar a las células inmunitarias para combatir los patógenos. Los inhaladores tratan la inflamación de las vías respiratorias, pero no abordan las causas biológicas subyacentes de la inflamación recurrente.
Una reacción alérgica aumenta los mastocitos
Los mastocitos liberan histaminas y provocan otras respuestas inmunitarias que causan inflamación alérgica, por lo que los investigadores examinaron qué proteínas en esa célula son críticas para provocar una respuesta inmunitaria grave.
«Un rápido aumento en el número de mastocitos está asociado con estos casos más graves de asma«, afirma la doctora en medicina Youn Jung Choi, becaria postdoctoral y primera autora del artículo. «Lo que descubrimos es un nuevo mecanismo molecular que, si se apaga, puede reducir la cantidad de mastocitos y, por lo tanto, el nivel de inflamación«.
MCEMP1 es una proteína a nivel de superficie en los mastocitos. Investigaciones anteriores implicaron a MCEMP1 en múltiples enfermedades pulmonares inflamatorias además del asma, incluida la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la fibrosis pulmonar idiopática (FPI).
Los mastocitos, la clave
Cuando se eliminó la expresión de MCEMP1 en la superficie de los mastocitos, los investigadores observaron una reducción de la inflamación de las vías respiratorias y del daño pulmonar. El estudio mostró que MCEMP1 estaba asociado con un número elevado de mastocitos. Los investigadores observaron tasas más altas de inflamación y defectos de la función pulmonar cuando se expresó MCEMP1 en los mastocitos.
MCEMP1 se expresa mucho en las células pulmonares, pero su expresión también se induce durante la respuesta inmunitaria en otras partes del cuerpo. Eso muestra el valor de buscar la función MCEMP1 en otras partes del cuerpo, según la Dra. Choi.
«Comprender cómo funciona este mecanismo en el pulmón no solo nos brinda un camino hacia nuevas terapias para el asma, sino que podría ser un hallazgo que nos ayude a mapear funciones similares en otras enfermedades inflamatorias en el pulmón y en todo el cuerpo«, concluye Choi.
Fuente: Nature Communications.