La desarrolladora indie Kodots Games sacó a la venta el pasado mes de junio para la plataforma Steam de ordenador su último juego, Wanda. Título que da nombre al robot protagonista de la historia que manejaremos desde un primer momento, aunque más adelante manejaremos a otro más. Wanda es una aventura gráfica en 2D que busca conmovernos y provocarnos sentimientos más allá de la diversión que podamos encontrar en el juego.
Wanda es una muy breve y simple historia sobre dos robots que están solos en un mundo destrozado y desolado, donde no hay más vida que ellos. Aunque se presenta como otra historia del fin del mundo, muy parecida a la película de dibujos de Disney Wall-e, este juego no busca la supervivencia en un mundo oscuro ni que nos enfrentemos a situaciones difíciles. Su fin va más allá, Wanda pretende que lleguemos a entender la importancia de la amistad, del amor y de la esperanza en un mundo destrozado por la avaricia de la sociedad de aspirar a más y nunca conformarnos.
La aventura comienza cuando nuestra nave se estrella y somos el único sobreviviente aparentemente. Seguidamente revisaremos el lugar en busca de alguien más que se haya sobrevivido al accidente y al no encontrarlo decidiremos adentrarnos en el mundo exterior en busca de alguien que nos haga sentir menos solos. Poco a poco iremos avanzando en una historia que nos mostrará cómo un robot también puede tener sentimientos y más allá de eso, cómo de importante es no solo estar acompañado, sino mantener la esperanza y la creencia en algo cuando todo indica lo contrario.
Wanda es una aventura gráfica lineal, la cual podemos considerar en muchas situaciones una historia visual que poco tiene que ver con jugar, sino más bien con ver una animación. Esta situación puede aburrir a todos aquellos que esperen de esta aventura los rasgos característicos de una gráfica como acción, aventuras y posibilidades de que algo peligroso le pueda pasar a nuestro personaje. Aun así, nos encontraremos con varios puzles que tendremos que resolver, la mayoría con bastante complejidad, para seguir avanzando. En resumen, nos encontramos ante un juego que es más una visión de un guion profundo que conseguirá conmover a todo aquel que decida darle una oportunidad.
Sobre los puzles hay que destacar que tienen la complejidad suficiente para volver el juego entretenido cuando nos los encontremos, ya que nos pasaremos más rato viendo lo que hace el robot y qué pasa que interactuando o resolviendo puzles y conflictos. En estos puzles contaremos con una barra de energía rellena desde el principio, que se irá reduciendo por cada acción que realicemos. Además, podemos llegar a quedarnos sin energía en la barra, en esta situación tendremos que volver a empezar el puzle desde el principio. Resolverlos no será nada fácil, tendremos que pensar y darle vueltas a la cabeza, lo que conseguirá que muchos que se cansen de una historia tan lineal no sigan jugando, solo por el reto y la dificultad que presentan estos puzles.
El manejo de los robots, ya que llegado un punto nos encontraremos con otro que también podremos usar, se reducirá a ir de un lugar a otro y a resolver los puzles. Como ya he comentado, la mayoría de la historia será lineal y narrada, por lo que las veces en las que tendremos la posibilidad de manejarlos serán pocas, por no decir que las podemos contar con los dedos de una mano. Las teclas W, A, S, D nos permitirán moverlos hacia adelante, atrás, izquierda y derecha. También tendremos que usar otras teclas que nos permitirán interactuar con el entorno y usar los objetos necesarios para resolver los puzles. Aunque resolver estos puzles nos llevará su tiempo, el juego en general no lleva mucho tiempo de diversión, si por diversión contamos con jugar y no seguir las animaciones que se nos presentan en más de una ocasión. Tampoco suma mucho tiempo de juego los logros de Steam, a los que estamos acostumbrados que nos den más de una hora extra de diversión.
Wanda se presenta con unos gráficos animados en 2D bastante armoniosos y bonitos. Aunque no podamos decir que los gráficos son los más realistas y detallistas que hayamos podido ver nunca, sí podemos decir que dichos gráficos nos permiten apreciar la belleza y profundidad de la historia y el mensaje que nos quieren transmitir desde el primer momento que empezamos a jugar. Una de las peculiaridades más especiales de Wanda es que tiene un idioma propio, como si el lenguaje que hablan los robots fuera real. Esta importancia del idioma nos permite introducirnos mejor en la historia, porque cada vez que hable una de los robots o se narre algo de la historia será en ese idioma que nadie entenderá, pero sí podremos intuir por lo que vemos que pasa a lo largo de la historia. Aunque el idioma inventado es un punto a favor, la poca variación en la banda sonora ayudará a que nos aburramos y muchas veces le demos a avanzar en la historia sin parar con ganas de encontrar algo de acción que nos haga olvidar lo que escuchemos. Mi recomendación es poner algo de música de fondo, ya que esta historia es su mayor parte una animación.
En definitiva, Wanda es un juego con un mensaje precioso, pero que no vale su precio si buscamos una aventura gráfica como a las que estamos acostumbrados. Su intención de introducirnos en la historia y hacernos llegar la intención real del juego es lo mejor que tiene. Pero que no llegará a satisfacer a la mayoría de jugadores que busquen algo más que ver una animación constante con pausas para resolver puzles.