Estrategia en el espacio: bienvenidos a Warhammer 40.000: Mechanicus
A lo largo de los años, los fans de Warhammer y Warhammer 40,000K han podido disfrutar de decenas de videojuegos que han adaptado la franquicia a todos los géneros imaginables. Desde FPS cooperativos hasta juegos de cartas pasando por títulos deportivos como Blood Bowl han buscado adaptar con acierto el complejo universo de Games Workshop.
En el caso que nos ocupa, Bulwark Studios ha decidido adaptar el universo de Warhammer 40,000K al de la estrategia por turnos dando como resultado un título interesante, original y que nos mantiene pegados a la pantalla hasta superar su misión final.
El juego lleva un par de años disponible en PC y ahora, el estudio ha decidido adaptarlo a Xbox One, PlayStation 4 y Switch incluyendo todos los contenidos descargables que han salido durante estos años en PC.
X-COM siempre presente
Warhammer 40,000: Mechanicus recuerda, inevitablemente, a la saga X-COM. El título recupera parte de las mecánicas de la saga de estrategia por turnos de Firaxis pero haciendo varios cambios en la gestión de unidades y en el combate que consiguen diferenciarlo lo suficiente como para encontrarnos ante una propuesta muy fresca en todo su planteamiento.
Para empezar, a nivel argumental, el juego nos pone en la piel del sumo sacerdote de los Adeptus Mecanicus, un culto que venera al dios máquina llamado Omnissiah. Este culto dedica todos sus esfuerzos a la exploración de mundos para mejorar su tecnología que dedican a la creación de nuevas armas que ponen en manos del Imperio.
La amenaza de los Necrones
Sin embargo, durante la exploración de un nuevo mundo llamado Silva Tenebris, los soldados despiertan a unas criaturas antiguas conocidas como Necrones. Nuestros primeros pasos en este mundo irán desencadenando, poco a poco, el despertar completo de estas criaturas mediante una barra que sirve de medidor y que, en función de nuestras acciones y decisiones durante las misiones, avanzará más o menos rápido hasta alcanzar el 100%. Una vez que el medidor alcance su máximo, los Necrones estarán listos para el ataque y desencadenaremos la misión final del juego.
Con esta presión continua sobre nuestras cabezas, como jugadores tendremos que intentar retrasar todo lo posible el despertar de estas criaturas para conseguir más tiempo para mejorar nuestras habilidades y unidades y así estar listos para hacerles frente en un combate final que, adelantamos, puede ser muy complicado si no vamos lo suficientemente preparados.
Mazmorra tras mazmorra
Lo primero que descubrimos una vez que nos ponemos a jugar a Warhammer 40,000: Mechanicus es que el juego deja completamente de lado la gestión de una base o un mapa global para centrarse única y exclusivamente en las misiones. Aquí no tendremos que utilizar recursos para mejorar infraestructuras ni estar pendientes de nada que no sean nuestras unidades y, la verdad, es que en este caso se agradece.
El hecho de saber que tenemos que trabajar sin descanso en mejorar nuestras unidades y sus habilidades para ser capaces de superar la misión final es tremendamente divertido y, una vez que entramos en la mecánica, estaremos atrapados por completo.
Puesto que no tenemos ninguna base que gestionar, la jugabilidad se centra exclusivamente en salir con vida de cada una de las mazmorras que exploremos y, en ellas, tendremos dos fases bien diferenciadas.
En la primera fase exploraremos la mazmorra como si estuviésemos en un roguelite, moviéndonos por ella con libertad y tomando decisiones que nos ayudarán – o perjudicarán – una vez que lleguemos a la fase de combate. Normalmente aquí tendremos que decidir qué camino tomar, si exploramos un camino secundario o seguimos por la vía principal y situaciones similares que no nos llevarán más de unos minutos.
Combate por turnos
Una vez que lleguemos a la fase de combate nos encontraremos ante el clásico combate por turnos al que se le han realizado varios cambios. El primero y más importante es que aquí los turnos no funcionan mediante el clásico turno en el que mueves a todas tus unidades antes de dar paso al rival para que mueva todas las suyas si no que el movimiento de todas las unidades del mapa se irá determinando en base a las estadísticas de velocidad de cada unidad. Así, es posible que primero movamos nosotros a dos unidades, luego el enemigo mueva tres y terminemos nosotros moviendo a nuestra unidad restante.
Este cambio tan básico en la mecánica de turnos provoca que tengamos que plantear nuestras estrategias de forma completamente distinta a lo habitual. Es fundamental tener en cuanta qué unidad se moverá después para no dejar vendido a ninguno de nuestros soldados ante el ataque de una unidad enemiga o, por el contrario, adelantarnos al turno enemigo para destrozar a esa unidad que aun no ha tenido la oportunidad de moverse.
Gestión de Puntos de Concentración
Otro de los puntos clave del combate tiene que ver con los Puntos de Concentración (PC). Como es habitual en los juegos de estrategia por turnos, las acciones que realicemos en cada turno están limitadas y, en este caso, la limitación viene de la mano de los PC.
La diferencia con otros títulos es que aquí los PC los compartimos entre todas nuestras unidades, por lo que podremos usar varias acciones seguidas con la misma unidad dejando a otra sin posibilidad de moverse más adelante. Además, tendremos que ser nosotros los que busquemos la forma de recargar nuestros PC, en lugar de recargarse automáticamente cada turno. De esta forma, es importante buscar puntos en el mapa donde podamos recargar los PC o controlar unidades que cuenten con la habilidad de recargarlos automáticamente.
Combates sin coberturas
La acción de los combates en Warhammer 40,000: Mechanicus es más directa y frenética que en otros referentes del género. Para empezar, aquí nuestros soldados no pueden usar coberturas de ningún tipo para cubrirse de los disparos enemigos. Por otro lado, también se han eliminado los porcentajes de acierto con las armas, por lo que no tendremos que rezar para que nuestro francotirador no falle el disparo a cuatro metros de distancia. Todos los enemigos que se encuentren en nuestra línea de tiro recibirán un disparo en la frente si decidimos atacarlos.
Con estos cambios se busca crear estrategias basadas en la dominación del combate mediante las habilidades que podremos ir mejorando con la obtención de recursos misión a misión y mediante la mejora de las estadísticas de ataque y defensa de nuestro escuadrón que irá ganando fuerza con el paso de las horas de juego.
El mundo de Warhammer 40,000K
A nivel técnico, Warhammer 40.000: Mechanicus llega a consolas con el lastre de ser un título estrenado en PC en 2018. El modelado y textura de las unidades y escenarios no destaca en ningún momento y los efectos de luz propios de explosiones o disparos cumplen sin más. Sin embargo, la ambientación del juego es exquisita y consigue replicar a la perfección la atmosfera de Warhammer 40,000K.
Cada mazmorra sabe sacar partido a la oscuridad y al frío del espacio mientras introduce elementos clásicos de la mitología de este universo y eso es algo que los fans agradecerán enormemente.
En lo que respecta al sonido, el juego cuenta con una completa banda sonora que se adapta a la perfección a la temática del juego y que es lo suficientemente variada como para no cansarnos de ella en ningún momento. Además, el juego llega con textos en castellano para garantizar que no nos perdamos ni un solo detalle de la historia del juego.
Conclusiones de Warhammer 40.000: Mechanicus
Pese a nuestra reticencia inicial, lo cierto es que Warhammer 40.000: Mechanicus nos ha sorprendido gratamente. Los cambios realizados en el sistema de combate agilizan la acción y aportar un aire fresco que le permite diferenciarse de otros grandes títulos del género. Además, la tensión de ver como la barra de despertar de los Necrones avanza sin descanso garantiza que en todo momento intentemos nos mantengamos alerta para obtener los mejores resultados en cada misión.
Seas, o no, fan de Warhammer 40.000, Mechanicus es un juego de estrategia por turnos profundo y complejo que agradará a los seguidores del género.