La desarrolladora Cyanide Studio, creadora de juegos como Styx: Shards of Darkness y el reciente Call of Cthullu, nos propone una nueva aventura sobre hombres lobo con Werewolf: The Apocalypse-Earthblood, una entrega de acción y aventura RPG muy salvaje. El juego se lanzó el pasado 4 de febrero para PS5, Xbox One, Xbox Series X/S, PC y PS4.
Nos encontramos ante un título que nos pone en la piel de una de las criaturas legendarias más reconocidas de la mitología nórdica. Estas criaturas juntos a los vampiros y los zombis han tenido a lo largo de los años cierta presencia en el mundo de los videojuegos. Se han hecho ya unos cuantos juegos de vampiros y sobre todo de zombis, pero de hombres lobo no abundan en la industria, un cambio de temática que se agradece ya añade un poco de variedad en este aspecto.
Una historia con una premisa interesante
Después de una introducción espectacular que muestra a los lobos corriendo en pleno bosque a ritmo de música rock metal da comienzo la aventura. Werewolf nos pone en la piel de Cahal, un fornido hombre que es miembro de un grupo de ecologistas disidentes que busca acabar con Endron, una corporación que está arrasando con el medio ambiente. Nuestro protagonista esconde un místico secreto y es que es un garou y puede transformarse en un hombre lobo a su propia voluntad.
Nuestro protagonista puede adoptar hasta tres formas diferentes: humano, lobo y crinos que es una mezcla entre hombre lobo en una versión más grande y mucho más salvaje. El objetivo de este particular grupo consiste en sabotear todas estas instalaciones industriales, aunque no será un camino sencillo, ya que se trata de una lucha muy intensa en la que ganar no siempre acaba siendo beneficioso para Cahal. La premisa del juego es muy interesante pero está desarrollada de una manera algo torpe y muy predecible en muchas ocasiones.
El juego tiene a su favor elementos muy interesantes que podrían haber explotado mucho más. Aunque han intentado incluir más elementos que hagan de la trama algo más dinámico como son las opciones de diálogo, no ofrecen ningún cambio a la trama. La toma de decisiones es bastante puntual y solamente amplían las conversaciones con información adicional.
Jugabilidad muy repetitiva: infiltración y combate
En cuanto a su apartado jugable el juego se presenta como un juego de rol pero en realidad está más enfocado a la acción. Encontramos básicamente dos fases diferenciadas, una de infiltración y otra de combate. La primera sección consiste básicamente en avanzar por las diferentes instalaciones, evitando que los guardias noten nuestra presencia. Podremos avanzar como hombre o como lobo, siempre y cuando estemos lejos de la mirada del enemigo, porque si nos ven deberemos reiniciar esa parte hasta que superemos la fase.
Los niveles de infiltración no son realmente complicados porque la IA de los guardias brilla por su ausencia. Su comportamiento deja mucho que desear, ya que a menos que te vean de frente, no van a notar tu presencia en la mayoría de las ocasiones. Actúan de una manera muy basta, ya que ni se inmutan si matamos a un soldado que está a un metro de distancia del otro, lo que hace que acabar con ellos no suponga ningún reto.
En cuanto a las zonas de infiltración, resultan muy repetitivas con escenarios muy similares y recorridos poco estimulantes. Debemos avanzar sin que nos vean, pasando por zonas de ventilación y abriendo puertas de la forma más sigilosa posible. Aunque no sucede siempre, resulta un poco absurdo tener que ir de incógnito para luego reventar a los enemigos en una escena final llena de violencia. Esta manera de proceder es un poco contradictoria porque en las escenas de combate con hordas de soldado, queda demostrado el gran poder que tiene Cahal para despachar a todos los enemigos casi sin inmutarse.
Combates salvajes, sangrientos y muy intensos
El sistema de combate es bastante sencillo y un poco tosco. Aunque es la parte más entretenida del juego, resulta tan violento que asquea un poco. Prepárate para acabar con los guardias de la manera más sangrienta posible y de decorar el suelo y las paredes de un intenso color rojo porque todas las batallas acaban de esta manera tan macabra. Es en estas partes cuando cuesta ver a Cahal y su manada como los buenos del juego por lo sucio que se muestra el combate, aunque tampoco podremos decir que los enemigos sean ángeles, pero eso forma parte de la historia y no vamos a ahondar más en ello para que podáis disfrutar del análisis sin sufrir ningún tipo de spoiler.
En relación al avance del protagonista, al superar los diferentes desafíos principales y secundarios podremos obtener puntos. Los puntos permiten activar habilidades para Cahal que van desde nuevos movimientos para nuestra forma de crinos, hasta más opciones de disparo con la ballesta. El árbol de habilidades no resulta demasiado interesante, pero añade algo de variedad de movimiento.
Apartado gráfico a medio cocer
El apartado gráfico desentona bastante en varios aspectos y es una pena porque tenía potencial. Aunque algunos escenarios, sobre todo aquellos que se encuentran en pleno bosque son bastante bonitos y tienen mucho detalle, no se puede decir lo mismo de los personajes. Quitando a Cahal que está diseñado con mucho detalle, los demás se ven bastante básicos y simples. Tienen un diseño tan genérico que desentonan muchísimo con el protagonista.
Las animaciones de diálogo tampoco destacan, siendo la mayoría bastante básicas y poco emotivas, restando bastante interés a las escenas de diálogos. En cuanto al diseño de los lobos, tanto en su forma básica como crinos, sí que hay mayor trabajo. Están diseñados con más detalle y ofrecen un aspecto feroz y bien detallado que está muy acorde a la estética que presenta el juego. Otro trabajo también más detallado es el de las escenas de combate, que sí llegan a ser más interesantes visualmente. Aquí hay más fluidez de movimiento con explosiones en pantalla y planos ralentizados que saben llevar bien el ritmo en escenas de acción.
Werewolf llega con subtítulos en castellano, aunque en un trabajo un poco a medias, ya que encontramos algunos errores y secciones que no han llegado a traducir. En cuanto al doblaje, llega en inglés con unas actuaciones correctas pero a veces carentes de emotividad o suficiente fuerza para según qué escenas.
Un juego con mucho potencial pero poco aprovechado
Sin duda, Werewolf es un título que trata de ofrecer algo diferente con respecto a la temática que han escogido. El lore de las manadas de crinos y la lucha contra las corporaciones anti ecologistas es interesante, pero no se desarrolla lo suficiente, en una corta aventura que no sobrepasa las 12 horas de duración. Se trata de un juego que es entretenido en la sección de combate, pero que se hace muy repetitivo en las fases de infiltración.
Werewolf: The Apocalypse-Earthblood es un juego con mucho potencial pero poco aprovechado. Si se hubiera trabajado algo más la historia, se hubiera puesto más atención a algunos apartados gráficos y se hubiera incidido más en las secciones de combate, podría haber sido un juego de acción mucho más destacable.