Tras el magnifico sabor de boca que nos dejo la campaña principal de Wolfestein II con un Terror Billy más humano que nunca y unos villanos con un carisma irresistible, Bethesda nos da ahora la oportunidad de seguir aniquilando nazis en América con Las aventuras de Joe El Pistolero. El primer DLC del juego está disponible desde hace unos días por 9,99€ o como parte del Pase de Temporada en caso de que nos hayamos hecho con él.
Este DLC nos pone en la piel de un jugador afroamericano de futbol americano que se ve sometido a participar en partidos amañados en los que los jugadores de las esvásticas se dedican a dar palizas al equipo rival mientras los árbitros aplauden cualquier agresión hacia el equipo de Joe. Sin embargo, durante unos de los partidos, Joe decide devolver los golpes y romperle la cara a puñetazos a uno de los jugadores del equipo rival, lo que provoca nuestro ingreso en una cárcel de Chicago.
Será en ese momento cuando nos pongamos por primera vez en la piel de Joe, un verdadero armario empotrado con una fuerza sobre humana que le permite arrollar a enemigos a la carrera, destrozar paredes y cargar con 100 puntos de armadura sin inmutarse. Como podéis imaginar, escapar de la prisión será cuestión de minutos y, una vez libres, nuestro único objetivo será dar caza al Ubbercommander Mezte, un antiguo dentista americano que torturó al padre de Joe y fue el encargado de encerrarnos en la prisión de Chicago. A nivel argumental, el juego se reduce a lo que acabamos de contar. Por desgracia, los giros de guion y la profundidad política que vimos durante la campaña principal quedan aquí en un discreto segundo plano para centrarse en una historia de venganza personal sin más profundidad.
A nivel jugable, este DLC mantiene prácticamente intacto todo lo visto en la campaña, es decir, tendremos que ir superando una serie de niveles más o menos lineales mientras acabamos con todo aquel que se cruce en nuestro camino. El juego sigue manteniendo la posibilidad de solucionar las cosas a tiros o mediante el sigilo, pero en esta ocasión, tanto las habilidades del protagonista como el propio diseño de los niveles se presta casi únicamente a que solucionemos las cosas por la fuerza y, lo cierto es que el DLC se disfruta mucho más así. Es cierto que cada pocos minutos llegaremos a zonas con Comandantes que activarán la alarma para llamar a más enemigos, pero en vez de eliminarlos en silencio, entraremos de cabeza en la sala y los buscaremos rápidamente para acabar con ellos antes de disparar al resto de soldados.
El armamento disponible en el DLC se limita a rescatar algunas de las armas del juego principal como la pistola, un par de ametralladoras, una escopeta y un par de armas pesadas. De esta forma, se limitan nuestras posibilidades durante los enfrentamientos, pero una vez que encontremos un par de mejoras para la escopeta y la pistola, nos centraremos en usar esas dos armas constantemente. Respecto a las mejoras en las armas, a diferencia de la campaña principal, aquí no podremos elegir que arma mejorar al encontrar engranajes, si no que, según los recogemos, una de nuestras armas se mejorará automáticamente. Aunque esto pueda parecer un error, lo cierto es que este sistema nos invita a ir probando otras armas constantemente, ya que intentaremos sacar provecho de las mejoras que se hayan aplicado sobre un arma determinada.
Por desgracia, MachineGames parece no haber puesto toda la carne en el asador con este DLC y, es que, aunque jugar con Joe sigue siendo tan divertido como hacerlo con Blazkowicz, la duración de este contenido es demasiado escasa. En apenas tres o cuatro horas lo habremos completado casi sin problemas. En nuestro caso, tardamos cuatro horas y media en la dificultad “Soy la muerte encarnada”, una duración algo escasa teniendo en cuenta que el DLC puede adquirirse por separado por 9,99€.
El otro problema que encontramos en Joe El Pistolero tiene que ver con la reutilización de materiales para el diseño de niveles. El diseño de la cárcel de Chicago es idéntico al de una de las muchas bases militares que visitamos en la campaña principal, y cuando nos movamos por las calles de la ciudad tendremos la sensación de estar visitando las mismas calles que ya vimos en Nueva Orleans. De hecho, la ultima zona del juego, parece estar sacada directamente de la campaña con un par de cambios imperceptibles, algo que afea el resultado final del contenido.
En este caso, las cinemáticas han sido sustituidas por escenas de comic que sirven para narrar la historia y, aunque es un recurso utilizado para ahorrar costes, lo cierto es que el resultado es más que satisfactorio gracias al diseño ochentero de todas las escenas de comic que iremos viendo durante el juego.
Por su parte, tanto la banda sonora como el doblaje al castellano mantienen el estupendo nivel del juego original, por lo que en este aspecto no podemos si no seguir alabando el gran trabajo realizado.
Conclusión
Las Aventuras de Joe El Pistolero sirve como excusa perfecta para volver a los EE.UU gobernados por los nazis. Es cierto que se reciclan demasiados elementos y que su duración es algo escasa, pero la jugabilidad sigue siendo tan sólida y divertida como siempre. Eso sí, si no tienes el Pase de Temporada y no tienes pensado cómpralo, quizás sea preferible rejugar la campaña principal y gastar esos 9,99€ en otro de los dos episodios adicionales que llegarán próximamente.