Y eso es, sin más, lo que encontraremos en las 132 páginas de “¿Y ahora, qué?”: un cómic encantador, en rústica con solapas, en blanco y negro y dibujo definido, amable y redondeado. Esta historia ha sido creada por un equipo formado por cuatro artistas: idea principal argumento obra de Inma Ortega, guión de Santi Selvi, planificación y story-board de Miguel Delicado y dibujo de José “Zarzo” Pérez Zarzoso. Con tanta gente poniéndole mimo a esta historia, es difícil que algo salga mal. ¿No?
Así que tenemos entre manos un cuento agradable, fácil de leer y para todos los públicos. ¿De qué va? Pues de algo la mar de simple: Valencia, hoy en día, una pareja de jubilados de clase media. Él, Pablo, profesor universitario jubilado. Ella, Loli, sus labores… Y sus hijos y nietos. Pablo recuerda su jubilación, y las ganas que tenía de usar todo ese tiempo libre para hacer cosas que deseaba, como aprender a tocar la guitarra y a bailar sevillanas. Pero se ve empujado a una vida de rutina: recoger a los nietos, cobrar la pensión, pasar el rato en casa, hacer la compra… No era el tipo de actividades que había imaginado en un momento dado.
Pero su familia pretende frenarle con las típicas muletillas: “Que ya no tienes edad”, “a ver si va a pasarte algo”, “mira que si te caes”… Pero Pablo es un ancianete casquetudo y cabezota, y se enfrenta a todo lo que puede interponerse entre su sueño y él.
Así que, básicamente, lo que tenemos entre manos es una historia mezcla entre la superación personal y las ganas de vivir: a través de las carreras y la práctica, va conociendo a nueva gente, ampliando sus horizontes y a ser conocido en el mundillo en el que se mueve, desde los organizadores de las carreras hasta los corredores pasando, cómo no, por los voluntarios y sanitarios. ¡Y él se siente bien!
Así que… ¿seguirá corriendo? ¿Le pasará algo de lo que temen sus familiares? ¿Se saldrá con la suya o cederá a la presión familiar? ¿Quiénes le apoyarán? Es tu turno para averiguarlo, querido lector.
Y, lo dicho: no hay cuestiones extrañas, ni dobles significados: tenemos a un abuelo como el de cualquiera, con una familia como la de cualquiera, con unos miedos y preocupaciones como los de cualquiera, en un barrio cualquiera de una ciudad reconocible como lo es Valencia. De ahí que podamos empatizar tan fácilmente con este simpático, dinámico y tozudo abuelo.
No podemos dejar de mencionar el esfuerzo del dibujante por representar lugares emblemáticos de Valencia: su Museo de Bellas Artes , el estadio Ciudad de Valencia , el monasterio de San Miguel de los reyes , la iglesia de San Agustín , el Portal de Quart … Vamos, un paseo turístico por la ciudad del Turia.
Y… ¿Sabéis en qué se resume la historia? Pues en el mismo título. Y en las dos últimas páginas. Una historia que transcurre como debe transcurrir, y que termina como debe terminar. Sin más. Pero que he disfrutado. Contiene temas transversales como el respeto a la gente mayor y el respeto a sus deseos, así como lo importante que es el apoyo familiar y el reconocimiento de la normalización social. Además, está contado de una manera que lo hace ideal para compartir en familia, con los más pequeños de la casa. Son situaciones sencillas, que cualquiera puede entender, incluso los más pequeños de la casa.
Además, deja una sensación agradable, dulce, empatica. Y todo conseguido de manera llana y campechana, atractiva y simple. Como ya he dicho, apta para todos los públicos. Y contada a un buen ritmo, pero constante y bien dosificado… ¡Como las carreras de larga distancia! De tal manera que la propia historia es un reflejo de la trama.
Para terminar, sólo me queda decir que “¿Y ahora, qué?” es una muestra de cómo se puede sacar adelante un cómic muy digno de manera sencilla, sin artificios, dobles sentidos, personajes complejos ni buscando temas retorcidos. Basta con contar una historia de forma atrayente y amena, y que el público la entienda. Nada más: ese es uno de los objetivos del cómic como medio, el servir de entretenimiento popular, al alcance de todos los públicos. Y estos jóvenes autores lo han sabido hacer muy bien.
Como punto negativo, lo único que puedo decir es que, si buscas un cómic de complejo significado social o dobles e intrincados significados, esta obra no es para ti, aunque estoy convencido de que la disfrutarás igualmente.
Llaneza, sencillez, y autores españoles. ¿Qué más quieres? Si quieres saber más del cómic o, incluso, hacerte con él, pincha aquí . Ideal para leer en familia o como regalo para los más jóvenes.