Yakuza Kiwami: de vuelta a los origenes
Los juegos beat’em up llevan en el mundo de los videojuegos desde su nacimiento. Juegos de recreativa míticos como Golden Axe llenaban los salones de recreativas, donde muchos nos hemos dejado la paga cuando éramos pequeños. Con la llegada de las consolas de sobremesa juegos como Battletoads o Double Dragon tomaron el testigo del género. Con una larga historia llena de juegos históricos y que tantas horas de diversión nos han dado, la saga Yakuza ha tomado el testigo convirtiéndose en uno de los referentes del género beat’em up en la actualidad.
Yakuza Kiwami es la última entrega de la saga Yakuza. En ella encarnamos a Kazuma Kiryu, miembro de alto rango de una importante familia criminal en Japón, la familia Dojima. Kazuma Kiryu es el futuro heredero de la organización hasta que es acusado de matar al cabeza de familia y pasa 10 años en la cárcel.
Tras este tiempo vuelve a la ciudad. Ha sido expulsado de la familia Dojima y toda la organización se está viniendo abajo por diferentes problemas internos. Por si esto fuera poco, Kyriu, tras unos años en la cárcel en los que ha evitado el enfrentamiento ha perdido su habilidad de combate que le llevó a ganarse el título de «Dragón de Dojima» y su mejor amiga desapareció tras el incidente con el jefe de la familia.
Ahora Kyriu se une a un inspector de policía para investigar una serie de asesinatos dentro de las familias criminales para encontrar a su mejor amiga y limpiar su nombre.
El juego se desarrolla en Tokio (ciudad que podremos recorrer entre misiones). Mientras exploramos la ciudad encontraremos numerosos eventos y misiones secundarias que se activarán al pasar cerca haciendo el paseo menos aburrido.
Lucha por la Yakuza
En cuanto al sistema de combate, Yakuza Kiwami cuenta con cuatro estilos de combate; uno más defensivo centrado en esquivar y contraatacar con golpes rápidos, un segundo estilo más centrado en el ataque en el que perdemos la capacidad de bloquear y en su lugar tendremos la posibilidad de reducir el daño y asestar golpes más lentos pero devastadores, en tercer lugar, contamos con un estilo más equilibrado y por último contaremos con el legendario estilo del dragón, el estilo de combate característico de Kyriu. También contaremos con un golpe especial que podremos realizar en determinadas condiciones cuando nuestra concentración de combate sea elevada. Para cargar este espíritu de combate tendremos que realizar combos mientras esquivamos a los enemigos ya que, si nos golpean, perderemos parte de nuestra concentración. Si no conseguimos encadenar series de golpes para alcanzar este estado de concentración, podremos alcanzarlo mediante el uso de objetos que aumentarán nuestra barra de forma automática desde el menú del inventario, además de regenerar nuestra vida o darnos diferentes modificaciones que nos ayudarán en el combate.
Además de los cuatro estilos podremos encontrar o comprar armas variopintas; desde mecheros modificados para convertirlos en lanzallamas de bolsillo hasta armas blancas o bicicletas que podremos encontrar por el escenario entre muchas otras.
Combate para mejorar
Para mejorar estos estilos necesitaremos puntos para comprar nuevas mejoras. Estos puntos los conseguiremos luchando y realizando diferentes acciones como comer o completar misiones. El juego ofrece cuatro ramas de habilidad centradas en diferentes aspectos; desde desbloquear nuevos combos hasta habilidades pasivas como aumentar la vida.
Además de estas mejoras también podremos equipar a Kiryu con diferentes accesorios que nos aportarán bonificaciones en nuestras estadísticas. Este nuevo equipamiento podremos comprarlo en las diferentes tiendas repartidas por el mapa, encontrarlo por el suelo u obtenerlo como recompensa al completar misiones secundarias.
Como neófito en la saga, me ha abrumado la gran variedad de contenido tanto principal como secundario que ofrece el título; cuenta con una enorme variedad de misiones secundarias con su propia historia, una historia interesante de los bajos fondos de Japón, llena de personajes carismáticos y únicos en su forma de ser y de actuar. Esto aporta una experiencia de juego divertida que te mantiene pegado al mando y te hace querer conocer más de los diferentes personajes que intervienen en la trama.
Pero no es oro todo lo que reluce. Yakuza Kiwami tiene pequeños fallos en el apartado técnico que lastran un poco la experiencia de juego. El primer punto es el idioma. El juego solo cuenta con subtítulos en inglés, un inglés complicado que hace difícil seguir la historia. En el apartado visual, el juego es más propio de la generación pasada, recicla bastantes modelos de personajes, contrastando con el aspecto único y llamativo que aportan los diferentes personajes principales.
En el apartado jugable adolece de lo mismo que todos los juegos de su género; a fin de cuentas, tanto las misiones secundarias como principales se resumen en derrotar al grupo de enemigos hasta que llegas a la siguiente zona de enemigos. Aunque el gran peso que tiene la historia en las misiones principales hace que la monótona jugabilidad sea menos notable en las misiones principales. En las misiones secundarias esta monótona jugabilidad es mucho más acusada.
En cuanto al sistema de combate, el juego también tiene algunos pequeños problemas. Para empezar, el combate con armas es tosco y torpe, a diferencia del combate sin armas lleno de combos, estilos y posibilidades. Además, al utilizar armas de fuego el sistema de ayuda de apuntado es inexistente y los movimientos muy torpes mientras apuntas. Todo esto hace del combate con armas un lastre más que un añadido.
Conclusión de Yakuza Kiwami
En resumen, Yakuza Kiwami es un digno sucesor del género beat’em up y ha hecho un gran trabajo renovando la jugabilidad con una gran historia y una enorme cantidad de contenido lo cual supera con creces a los problemas técnicos. Bajo mi punto de vista es un juego muy recomendable para los seguidores de este género y muy entretenido para introducirse en él para los más nuevos.