Acompaña a Ichiban Kasuga en Yakuza Like a Dragon, una entrega que rivaliza con las mejores de la serie.
Hablar de Yakuza es hacerlo de una franquicia que, con esfuerzo y dedicación constantes, ha conseguido abrirse un hueco fuera de Japón. Hasta hace no muchos años, los jugadores occidentales que esperaban con ansias una nueva entrega de la saga eran un grupo muy reducido que se dedicaban a exprimir a fondo cada nuevo contenido disponible. Por suerte, con el paso del tiempo, los esfuerzos de SEGA y de Ryu Ga Gotoku Studio han dado sus frutos y han conseguido convertir a Yakuza (con entregas de muchísima calidad como Yakuza 0) en una saga consagrada y de éxito relativo fuera de Japón.
Este éxito ha permitido al estudio trabajar en una propuesta diferente que rompe con la historia, los personajes y parte de las mecánicas vistas en las seis entregas previas de la saga. Aquí decimos adiós a la seriedad de Kiryu y de todas las tragedias que han envuelto su vida para dar la bienvenida a Ichiban Kasuga un personaje completamente nuevo que no tiene nada que envidiar al que ha sido protagonista en las seis entregas anteriores.
Yakuza Like a Dragon: una vuelta de tuerca
Como decíamos, lo primero que descubrimos al iniciar Yakuza: Like a Dragon es al nuevo protagonista de la saga: Ichiban Kasuga. Ichiban es totalmente opuesto a Kiryu y, es que, destaca por su amabilidad, sus fuertes vínculos con sus amigos, su imaginación y, sobre todo, por su amor por los videojuegos y su sueño de convertirse en un auténtico héroe. Como veis, esta personalidad choca de pleno con su trabajo dentro de la yakuza, pero Ryu Ga Gotoku Studio ha conseguido encajar a la perfección a este protagonista en una trama digna de los mejores RPG. Además, el resto de personajes que acompañarán a Ichiban a lo largo de la aventura cuentan con personalidades muy bien definidas y el desarrollo de cada uno de ellos está al mismo nivel que el del protagonista.
En este sentido, Yakuza Like a Dragon tiene una carta de presentación perfecta, pues a los pocos minutos dejaremos de echar de menos a Kiryu y estaremos disfrutando de las excentricidades de Ichiban y de su enorme y desbordante imaginación.
Antes de continuar, queremos dejar bien claro que el cambio de protagonista no convierte a Yakuza Like a Dragon en una entrega menor, todo lo contrario. Como decíamos hace unas líneas, la historia es interesantísima y está repleta de giros de guion, de personajes que quedarán grabados para el recuerdo y de situaciones tan dramáticas y humanas que más de una vez estaremos a punto de soltar alguna lágrima. Por supuesto, esto no impide que el humor y las salidas de tono formen parte recurrente del guion y eso es algo que se agradece enormemente.
Yokohama: un tesoro por descubrir
Una vez que empecemos a jugar, descubriremos que tenemos la ciudad de Yokohama a nuestra entera disposición. A diferencia de otros juegos de la saga en los que el tamaño del mapa es más contenido, en Yakuza Like a Dragon tenemos un mapa más grande para explorar como viene siendo habitual en el género de los RPG. Lo que si se mantiene intacta es la variedad de lugares y de situaciones que podremos vivir en cada una de las calles.
Podemos dedicar decenas de horas a perderos por cada callejón y recoveco mientras compramos en las tiendas de la zona, matamos el tiempo jugando en las salas de recreativos de SEGA o participamos en los múltiples minijuegos que, como en ocasiones anteriores, tienen un peso bastante importante dentro del juego.
De hecho, los minijuegos tienen más presencia que nunca con añadidos tan divertidos como Dragon Kart, en el que participaremos en carreras de karts al más puro estilo Mario Kart en el que tendremos que superar varios torneos con distintas copas, superar carreras contrarreloj y enfrentarnos a rivales especiales en carreras donde un solo fallo puede arrebatarnos la victoria. También podemos participar en reuniones de accionistas en las que tendremos que responder correctamente a varias preguntas complicadas (tendremos un ayudante muy especial del que no diremos nada) y también vuelven otros clásicos como el karaoke o el mahjong, por lo que hay contenido extra para todos los gustos.
Dragon Quest x Yakuza
Pero la principal diferencia de esta entrega respecto a las anteriores tiene que ver con su componente RPG. En esta ocasión, la acción y los combates directos se sustituyen por combates por turnos en los que, como en el Dragon Quest de turno, tendremos que elegir entre atacar, defendernos, utilizar habilidades o consumir objetos mientras nos enfrentamos a todo tipo de enemigos. Aquí, Ryu Ga Gotoku Studio aprovecha la imaginación de Ichiban y su amor por Dragon Quest para modificar el aspecto de los clásicos maleantes y mafiosos para hacer que su aspecto se parezca al de monstruos y otras criaturas fantásticas.
Hay que dejar claro que el movimiento por la ciudad sigue siendo totalmente libre, pero podremos chocar con enemigos lo que, como en otros juegos del género, desencadenará una secuencia en la que pasaremos a una escena de combate por turnos.
Mecánicas de RPG
A los combates por turnos se suma el hecho de que tendremos que equipar a nuestros personajes con mejores armas y equipo que podremos comprar en las tiendas para aumentar nuestro daño, velocidad o defensa, es decir, en la práctica estamos ante un RPG clásico. Lo mejor de este sistema es que la ciudad está repleta de tiendas que venden objetos de todo tipo, lo que nos empujará a explorar hasta el último rincón de la ciudad para encontrar ese objeto que nos ayudará a continuar avanzando en la aventura.
El único problema que hemos encontrado es que la dificultad nos parece demasiado baja. Hay muy pocos momentos en los que realmente sintamos que estamos contra las cuerdas y, al menos en nuestro caso, no hemos necesitado pararnos a subir nivel salvo en dos ocasiones, por lo que hemos echado en falta un desafío mayor para obligarnos a aprovechar realmente las habilidades y las distintas estrategias que el juego te va ofreciendo con el paso de las horas.
Una recreación perfecta
A nivel técnico nos encontramos ante un juego más que notable. En nuestro caso hemos jugado en una Xbox One básica y, salvo un par de momentos en los que el framerate ha caído por un exceso de personajes en pantalla, el juego se ha mantenido bastante estable.
Por lo demás, Yakuza Like a Dragon destaca por el enorme trabajo de ambientación realizado para hacernos sentir que estamos viviendo en una zona de Japón. Cada calle, comercio o local que visitaremos está perfectamente recreado y repleto de detalles típico del País del Sol Naciente. Además, los NPC se comportan de forma realista y se moverán por la ciudad con sus propios patrones de conducta mientras nosotros nos vivimos nuestra historia a su alrededor.
La iluminación requiere una mención propia y, es que, explorar la ciudad por la noche es un auténtico espectáculo. Los colores de los neones de los locales o las farolas que iluminan callejones abandonados son solo dos ejemplos que demuestran todo el cariño que hay detrás de Yakuza Like a Dragon. Otros proyectos con muchísimo más presupuesto y más años de desarrollo a sus espaldas no llegan a lucir ni la mitad de bien que el juego que tenemos entre manos.
A nivel sonoro, el juego cuenta con doblaje al inglés y japonés y subtitulos en castellano, por lo que en ningún momento tendremos problemas para seguir la extensa historia que se tenemos por delante. Además, el juego cuenta con una completísima banda sonora con temas muy variados que se adaptan a la perfección al estilo del juego.
Conclusiones del análisis de Yakuza Like a Dragon
Ryu Ga Gotoku Studio nos ha sorprendido a todos con una entrega sobresaliente que se convierte, por méritos propios, en una de las mejores entregas de la saga Yakuza y en un RPG muy interesante que gustará a todos los fans del género.
Su humor, el desarrollo de sus personajes y la historia tan interesante que iremos descubriendo lo convierten en una joya imprescindible.