Por fin he podido leer “Yo, Simon, Homo sapiens”, de Becky Albertalli, que la editorial Puck publicó el pasado mes de mayo dentro de la colección latidos. Y solo puedo decir que me ha encantado.
En el libro nos metemos de lleno en la vida de Simon, nuestro narrador. Un chico de diecisiete años que nos va a caer bien desde el minuto uno. Es sarcástico, sincero y muy divertido. Participa en el club de teatro del instituto, es amante de la música, tiene un grupo de amigos genial y una familia unida. Hasta aquí todo normal. Pero una tarde Simon no aguanta las ganas de conectarse a internet y escribir a su misterioso amigo, Blue.
Para ello va a la biblioteca del instituto y se conecta. Blue es alguien que no conoce personalmente, con el que ha contactado a través de Tumblr. Empieza a sentir algo muy especial. Han entablado una amistad íntima, en la que se cuentan cosas que no se atreven a contar ni a sus más allegados. Todo cambia cuando Simon se descuida y deja su correo abierto y Martin, un compañero de clase, ocupa el mismo ordenador después que él y aprovecha la ocasión para copiar todos los mensajes que se escribe con Blue. Martin está enamorado de una de las mejores amigas de Simon, Abby. Por lo que Martin amenaza a Simon con contarle a todo el mundo que es gay y que está enamorado de Blue sino le ayuda a acercarse a su amiga.
Prácticamente esta es la trama, pero todo esto trae muchos efectos colaterales. Si Simon permite que se desvelen todos sus mensajes con Blue lo perderá, ya que él es muy discreto y no quiere salir del armario. No puede consentirlo y aunque a desgana, cede al chantaje. La escritora nos introduce así en todos los aspectos de la vida de Simon. Conoceremos la relación que tiene con su familia y amigos, personajes que forman una parte importante de la trama y de los que también conoceremos sus pequeñas historias. Todas entrelazadas de alguna manera, mientras que a Blue lo conoceremos a través de los emails que se mandan. Emails muy tiernos y correctos, por lo que hacen una pareja adorable.
Ahora mismo pensarás que es una historia más de amor, de temática gay, una historia, quizás, con poca trama, y puede ser, pero está contada de una manera que engancha y divierte. Lo que más me ha gustado es que no le da importancia a que el protagonista sea gay. Es decir, Simon es aceptado por su familia, por sus amigos, y por él mismo. Lo que sí me ha parecido interesante, aparte del misterio de quien es Blue, es que Simon vive en Georgia, donde según nos cuenta la escritora es un estado en el que aún a día de hoy, existe homofobia y racismo. La gente de color vive en la zona pobre de la ciudad y no hay mucho homosexual que salga del armario en esa ciudad por miedo al acoso. También nos cuenta el cómo es salir del armario en una familia religiosa, porque Becky Allbertalli nos vuelve a recordar que la regla general es ser blanco, cristiano y heterosexual. De hecho, a la hora de imaginarnos a alguien, a no ser que nos lo describan antes, lo imaginamos así, lo cual no es acertado (sobre todo en este caso).
También nos hace reflexionar sobre lo fácil que es decir las cosas desde un principio. Muchas veces nos complicamos la vida de una manera tonta por miedo a decir lo que sentimos. Así que os animo a que os sumerjáis en la bonita historia de Simon.
¿Qué hará Martin si no consigue conquistar a Abby? ¿Cómo reaccionará Abby si se entera del chantaje? ¿Qué pensará Blue de Simon sí la intimidad de ambos queda comprometida? Y, la cuestión más importante: ¿Quién demonios es Blue?
Becky Albertalli es una psicóloga clínica que vive en Atlanta con su marido y sus hijos. A la hora de escribir le gusta hacerlo sobre ficción juvenil contemporánea. Albertalli dice tener la suerte de trabajar con adolescentes originales, inteligentes e irresistibles. También conoce de cerca la homosexualidad, ya que trabajó durante siete años con un grupo de jóvenes con identidades no conformistas respecto a su identidad sexual la cual le ha servido de mucho a la hora de cómo manejar la personalidad de Simon. “Yo, Simon, Homo sapiens” es su primera novela y esperemos que no sea la última.
Puedes leer aquí el primer capítulo.
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