Norma Editorial continúa con la publicación de “Yona, princesa del amanecer”, uno de sus shojos estrella. La obra cumbre de Mizuho Kusanagi ya ha alcanzado el tomo 24, que desde Fantasymundo hemos tenido la oportunidad de leer y que reseñaremos a continuación junto a los volúmenes 22 y 23.
Si no estás al día con el manga o no lo conoces, puedes leer mis anteriores artículos, donde te cuento sin spoilers de qué va y cómo avanza la trama. Si sigues leyendo, ten en cuenta que esta reseña contendrá spoilers hasta el tomo 21.
Comienza una nueva aventura
Tras liberar a Lili en la batalla de Sei, el grupo de Yona y So-Woon se separan de nuevo. Lili viajará al castillo Hiryuu para agradecerle al rey su ayuda, mientras que la princesa y los dragones se aproximan cada vez más a la frontera de Xin. Es allí donde se encuentran con unos emisarios de la princesa Tao, que andan en busca de los llamados monstruos de Koka, a los que lidera una joven de cabellos rojos. Y es que su participación en la batalla de Sei ya se ha convertido en un rumor muy extendido, levantando el interés de amigos y enemigos en el país vecino, donde podría estar a punto de estallar una guerra.
Se inicia así un nuevo arco que tendrá como protagonista a las tensiones políticas entre Koka y Xin, y que continúa en los volúmenes 23 y 24. Yona y su grupo se verán involucrados entre las voluntades opuestas de las dos princesas de la nación vecina y, tras la captura de los cuatro dragones, la protagonista tendrá que poner a prueba su determinación para salvar sus vidas.
Las relaciones políticas, la acción y el drama tendrán un mayor peso en estos primeros capítulos del nuevo arco, unos capítulos llenos de tensión que apenas nos dejarán soltar el manga. Sin embargo, y como ya es habitual, Mizuho Kusanagi maneja a la perfección el equilibrio de la historia, dejando caer toques de humor, emoción y esperanza allí donde son necesarios para que la lectura respire.
Por otra parte, también se producirán jugosos avances en cuanto al romance entre Yona y Hak, con escenas cargadas de ternura y con la protagonista dando un paso adelante que no solo dejará en shock a la propia Bestia del trueno, sino también a todos los lectores.
La determinación de la princesa del amanecer
En este sentido, no solo nos encontraremos con nuevos personajes, como el salvaje amante de los gatos Algira, el leal Vold, la princesa Tao y la princesa Koren del reino de Xin, sino que recordaremos a antiguos amigos y enemigos que no veíamos desde los primeros tomos. Ya sea con nuevas caras o viejos conocidos, los personajes de Mizuho Kusanagi continúan rebosando carisma y humanidad, con su interesante amalgama de grises. Del mejor samaritano al villano más despiadado, nos veremos una vez más formando vínculos con todos ellos, y pasando desde la rabia o la carcajada al epiquismo y la ternura.
Aunque en estos tres tomos de “Yona, princesa del amanecer” los cuatro dragones salen más bien poco, sí que veremos nuevas facetas de sus poderes, que despiertan el interés de quienes los rodean. Además, los vínculos entre los cuatro y aquel que mantienen con Yona se estrechan todavía más. La forma en que su pequeña familia se cuida y se defiende resulta conmovedora y desgarradora al mismo tiempo.
Apartado gráfico con mucho mimo
La mimada edición de Norma Editorial acompaña a la calidad de la autora, con una traducción a la altura y unos tomos sin transparencias ni errores en el entintado y el entramado. Finalmente, si tienes la primera edición del volumen 23, también te habrás hecho con uno de los libros de ilustraciones exclusivos de “Yona, princesa del amanecer”, donde Kusanagi despliega su arte con dibujos a todo color de los personajes del manga. Un libro que hará las delicias de cualquier fan de esta serie.